sábado, 10 de septiembre de 2011

VIGENCIAS EDUCATIVAS EN EL NUEVO MILENIO: Paulo Freire reconstruye esperanza

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PAULO FREIRE RECONSTRUYE ESPERANZA (1)

Vigencias educativas en el nuevo milenio

 
Marco Raúl Mejía J.
CINEP-Fe y Alegría
Colombia
 
Las siguientes características de Paulo Freire::
 
Una educación popular que opera en contextos culturales específicos de las personas, los grupos, y las institucionalizaciones implicadas en esos procesos.
Es una práctica social desde los oprimidos, quienes en el acto de descifrar su realidad, descubren la dominación y luchan por su propia liberación.
Saca a lo educativo del acto capacitador, colocándolo en contextos de acción y en procesos organizados en los cuales los grupos populares, diciendo su palabra, se organizan para transformar la realidad.
Instaura la educación popular como una práctica del movimiento popular y de la construcción de movimiento social.
Devuelve a la acción pedagógica su carácter político reorganizando la intencionalidad y los procedimientos de esta educación.(6)
 
 
Es acá donde se produce una reorganización del pensamiento educativo latinoamericano, en cuanto la educación popular se convierte en una presencia y una forma de acción transformadora que se diferencia de la simple educación política partidaria y también de los simples procesos de capacitación y de formación de adultos. Por ello, en la etapa posterior las nuevas tradiciones que se acercan a la discusión educativa con grupos populares y con sectores marginados y excluidos de la sociedad, van a tener que hacer referencia a este pensamiento para cuestionar, replantear o intentar nuevas formulaciones.(7)
 
(6) En la distancia, hoy se puede visualizar claramente en la concepción freireana de sus comienzos la ruptura que estaba produciendo frente a la mirada educativa tradicional, en ese tiempo impregnada de la tecnología educativa, que consideraba la acción educativa como un acto técnico de diseño; igualmente, la distancia que en ese tiempo tenía con las sociologías de la educación, tanto las más funcionalistas en su versión durkheimiana de adaptación de las nuevas generaciones a las formas culturales de los mayores, así como a las versiones marxistas de tipo reproduccionista. Freire en su educación liberadora va a establecer claramente el lugar de la dominación y la opresión como lugares desde los cuales se produce esta práctica educativa. Construyendo una educación, que libera rompiendo con la manifestación y la forma social que adquiere la opresión en los oprimidos.
 
Más tarde, con los textos de su último período entenderíamos que también tomaba distancia aunque se reconocía más cercano a ella, de la sociología crítica norteamericana e inglesa. Y la diferencia estaba en que para los sajones la fuerza estaba en la crítica de la palabra y de la razón, en Freire aparecía claramente la necesidad de acciones prácticas y una visión que creía posible generar procesos de transformación aquí y ahora como anticipo de las transformaciones más profundas de la sociedad. En ese sentido, era más cercano a la tradición francesa de Snyders de considerar la educación como un campo en conflicto y en permanente transformación. De este autor también retoma en su último tiempo la idea de la educación como una relación placentera, sabrosa
Es así como la discusión hace visibilizar muy fuerte en nuestro continente en las décadas del ‘70 y ’80 la problemática de la educación popular,(8) hoy oscurecida por el surgimiento de un nuevo pensamiento educativo agenciado desde los organismos multilaterales que con el poder que les da el control económico, que es visible en la manera como la nueva inversión en educación para América Latina es prestada en su mayoría por ellos.
 
Eso les ha permitido construir una educación con las siguientes características:
 
Educación de carácter tecnocrático, en donde es un saber de técnicos y expertos y son ellos quienes deciden
La pedagogía como un retorno a ciertos diseños ”científicos” aplicables y aplicados por quienes la practican
El conocimiento como un hecho instrumental para la educación en donde el saber para la enseñanza aparece como de segundo nivel
En su concepción, una mirada _cientificista” en donde ella aparece libre de contextos y de ideologías
 
Igualmente, se oscurece un panorama transformador por las condiciones históricas del derrumbe del socialismo real y la consiguiente ofensiva neoliberal y neoconservadora de: Del fin de la historia”, “el fin de las utopías_, “el fin del pensamiento y la acción transformadoras” y la introducción de las modas intelectuales que invitan al nihilismo y a una discusión crítica sin implicaciones en la realidad.
 
Por ello, volver a hablar de educación popular hoy significa una distancia reflexiva para iniciar una nueva forma de contar las formas que toma la opresión en estos tiempos y de sus maneras en el campo de la educación, exigiendo de nosotros desbrozar los nuevos caminos de una educación liberadora para estos tiempos de globalización neoliberal.
 
Es en este contexto donde Freire sigue dando pistas que deben ser desarrolladas por nosotros, educadores de este tiempo, además críticos e impugnadores para reconstruir después de deconstruirla, la educación popular que hará liberadoranuestra práctica reinventando la esperanza en estos días y evitando caer en el culto freireano de repetirlo y así construir un pensamiento cada vez más fosilizado y menos actual. Por ello, la tarea es seguir enriqueciendo el pensamiento freireano para mantenerlo vivo.
 
3. Vigencias educativas freireanas en educación para el nuevo milenio
 
Pudiéramos decir que en el pensamiento freireano (9) de su último período aparece consolidada una teoría de la educación y de la educación popular en su versión amplia, aquella que va a todos los espacios de la sociedad, no hace separación entre formal, no formal e informal y coloca sobre la palestra una opción política pedagógica que debe desarrollarse por aquellos que comparten un imaginario de impugnación y crítica si quieren realmente transformar su práctica humana y social y no sólo quedarse en el campo de los discursos.
 
Por ello pudiéramos decir que Freire es un optimista educativo, ya que enfrenta todos los discursos desde las más diferentes posiciones que intentan caer en el fatalismo de estos tiempos, tanto frente a la globalización como a los procesos de los organismos multilaterales mostrando que es posible conectar un proceso de lucha educativa y global con las luchas más amplias de los excluidos de este tiempo y con las particularidades de la vida de la gente. En ese sentido, pudiéramos decir que es un referente de cambio que anuncia que la transformación es posible en medio de la desesperanza neo liberal y de la nueva educación como hecho técnico propiciada por los organismos multilaterales.
 
(8) Para una ampliación de esta problemática ver el texto de próxima aparición de Mejía, Marco Raúl y Myriam Awad,Pedagogías y metodologías de la educación popular. La negociación cultural, una búsqueda, especialmente sus dos primeros capítulos.
 
(9) Textos que sigo en esta reflexión: Paulo Freire y Antonio Faundes. Por una pedagogía de la pregunta. Buenos Aires. La Aurora. 1986. Paulo Freire y Donaldo Macedó. Alfabetización, lectura de la palabra y lectura de la realidad. Barcelona. Paidós Ibérica. 1989. Paulo Freire. Naturaleza política de la educación. Barcelona. Paidós Ibérica. 1990. Paulo Freire. A Educação na Cidade. São Paulo. Cortez editora. 1991. Paulo Freire. Pedagogia da Esperanza. Um reencontro com à Pedagogia do oprimido. São Paulo. Paz e Terra. 1992. Paulo Freire. Pedagogia da autonomia. Saberes necessários à practica educativa. São Paulo. Paz e Terra. 1996. Este Freire de la segunda década de los ‘80 y de los ‘90 hasta su muerte marca, desde mi perspectiva, un autor que relee profundamente los cambios que están pasando y da las pistas de actualización de su pensamiento.
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Las principales características de esta teoría freireana de la educación, serían:
 
1. La pedagogía como espacio político del poder cultural.
 
 Allí emerge con mucha fuerza lo que hemos señalado anteriormente, el hecho educativo como un lugar de lucha y conflicto de concepciones en donde al rigor de la calidad y la investigación (que él señala a la universidad argentina en La pedagogía de la esperanza) hay que plantearse el tema del interés y desde él desbrozar los caminos en los cuales el poder construye su propia agenda de dominación en estos tiempos.
 
Por eso, el partir de las experiencias de los educandos es recuperado en estos textos finales como la recuperación crítica del capital cultural de los oprimidos. En ese sentido, sigue ligado a la tradición gramsciana en cuanto reconoce que todos somos intelectuales, en tanto estamos en condiciones de interpretar, dotar de sentido y compartir con los otros una concepción, y desde allí encuentra una nueva manera de acentuar la naturaleza pedagógica de la lucha política.
 
En estos tiempos, estas ideas-fuerza vuelven a plantear la urgencia de un proyecto social emancipador que se desarrolla con especificidad propia en el terreno de las prácticas educativas y pedagógicas, es decir, que en la sociedad del conocimiento el acto educativo liberador sigue siendo fundamentalmente desentrañador de los juegos de poder social existentes a su interior y de los silencios en medio de sus enunciaciones a través de los cuales adquieren sentido las nuevas formas de exclusión.
 
Y en sus textos de este período, Freire va a seguir haciendo una exigencia muy fuerte por permitir que la palabra de los silencios y los silenciados emerja en toda práctica educativa, exigiendo del educador una recomposición de su escenario social para sacar su práctica de un puro hecho técnico-pedagógico haciendo que la pedagogía se produzca como un relacionamiento entre culturas sin jerarquización, ya que ellas Baún las del conocimiento científico-- se están haciendo en forma permanente.
 
2. Amplía el concepto de aprendizaje.
 
 Desde los textos más antiguos de Freire aparece claro cómo la pedagogía de la liberación debe desatar el nudo gordiano que implica la presencia de poder y dominación en toda práctica educativa. Por ello va a plantear que la metodología está ligada a las condiciones materiales en las cuales cada persona desarrolla su existencia y esas condiciones materiales adquieren la forma de la vida social. En su Pedagogía de la Esperanza va a ser muy fuerte cuando plantea la necesidad de recuperar:
 
 Historia, personal y social
Cultura, como representación de experiencia vivida, heredada y en construcción
  Grupos sociales implicados en la actividad educativa
  Formas de lo educativo
 
Estos cuatro puntos constituidos como una manera de vida social implican una ruptura con el concepto tradicional de cultura, en cuanto reconoce que no existe ninguna forma cultural homogénea, y en ese sentido, en estos tiempos de globalización reconoce que la cultura
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haciéndose está en lucha y contradicción, por lo que significa la capacidad de aprender, como hecho siempre marcado en y por los procesos de la cultura y la sociedad, y en esta época determinados por el movimiento y las modificaciones que se dan fruto de la velocidad de la transformación de los fenómenos hoy en día.
 
La implosión de lo cotidiano que muestra en la Pedagogía de la Esperanza , deja asomar la necesidad de recuperar formas de la cultura semiotizada y la urgencia de intervenir educativa y liberadoramente allí para poder construir allí una reciprocidad fundada en la apertura a otras culturas (no sólo las dominantes) mediante el diálogo y la no desigualdad.
 
Allí muestra cómo hoy el aprendizaje no puede estar desligado del hecho cultural mismo y vuelve a colocar como punto de partida la forma que toma la dominación en el oprimido y las resistencias objetivas y subjetivas a que se construya un proyecto de emancipación. Pero lo anuncia claramente, como sólo puede ser encontrado en el grupo y en la representación que hacen de su forma de vida social las personas que participan de esta experiencia haciendo un proyecto de recuperación de la memoria y desde ella refundar crítica y cambio.
 
Por ello va a recuperar la idea de multiculturalidad para enfrentar todos los intentos de homogeneización que se producen a izquierdas y derechas, mostrando allí como existen diferentes intereses que hacen de la práctica educativa un acto de aprendizaje con sentidos visibles e invisibles abriendo el conflicto frente al intento homogeneizador del ocultamiento de otras culturas que son invisibilizadas como parte del camino a ser suprimidas en la aparente homogeneización de la globalización.
 
3. El reencuentro para que lo político sea pedagógico y lo pedagógico sea político.
 
Es acá donde Freire no es sólo un pensador que se oponga a la opresión y a la dominación, sino que se plantea la necesidad de reinventar la lucha desde lo cotidiano y esto lo lleva con urgencia a proponer que la educación liberadora es más allá de un simple discurso, es un lugar para la lucha.
 
Pudiéramos decir que en este planteamiento hay una crítica radical a todas las teorías que han intentado generar una despolitización del lenguaje educativo, convirtiendo a la pedagogía en un recetario metódico o un proceso cargado de técnicas objetivas y haciendo del conocimiento un acto puramente instrumental. Es ahí cuando emerge el Freire que relee la Pedagogía del Oprimido desde la Pedagogía de la Esperanza y que interpreta las transformaciones de la globalización y de la postmodernidad a las que aludía con mi cita de entrada y que enfrenta una forma de representación que busca alejar la posibilidad de la lucha en la esfera de lo cotidiano.
 
Por ello, Freire es un pensador de LO “LOCAL(10), ya que instaura un discurso sobre las nuevas formas de la dominación en la globalización y la postmodernidad pero inmediatamente instaura prácticas en lo cotidiano que haciendo una relectura de las múltiples relaciones sociales conflictivas (desde la multiculturalidad), situaciones generadas que comienzan a dotar a los grupos sociales de elementos comunes por los cuales pueden volver a organizarse y a luchar.
 
Por eso va a aparecer nuevamente como un pensador que conecta teoría y práctica en la acción educativa y la liga a un proyecto de liberación que se construye hoy en la esfera de lo local pero que va hacia lo global. Es ahí donde invita a reconocer nuevamente en la acción humana las estructuras de dominación pero también las fisuras y contradicciones en donde hoy es posible la lucha social que crea nuevos focos de resistencia, que presentes en lo local refundan las agendas de transformación que van hacia lo medio y lo macro.
 
(10) Retomo este término del educador popular brasilero Pedro Pontual, a quien llamo con cariño, el _monseñor” de la educación popular.
 
4. Las escuelas son lugares de conflicto y contradicción.
 
Un poco antes de la experiencia de Freire en la Secretaría de Educación de São Paulo, aparecía un discurso que planteaba cómo el tipo de conflicto que se organizaba debía ser llevado a las escuelas para desde ellas y en las prácticas educativas ir construyendo la emancipación en el corazón de los niños y de los docentes, aspecto mucho más fuerte en el textoPedagogía de la Autonomía.
 
Pero estas escuelas debían no sólo reconstruir lo público, sino reconstruirse a ellas como dotadoras de sentido. Y va emergiendo una práctica y un discurso en donde comienzan a surgir las formas mediante las cuales el poder habita los procesos escolares que terminan siendo lugares de legitimación y conflicto.(11)
 
Como dice Gadotti, “articular el saber, el conocimiento, la vivencia, la escuela, la comunidad, el medio ambiente, etc., es el objetivo de la interdisciplinariedad y que traduce en la práctica un trabajo escolar, colectivo y solidario.”(12)
 
Lo interesante del pensamiento Freiriano sobre la escuela es que legitimación, poder y organización adquieren formas específicas en lo cotidiano de la escuela. Para ello mírese con detalle el texto de Tía no, maestra sí(13), en donde muestra cómo el lugar del maestro está hecho de representaciones sociales que en medio aún de las palabras bellas encubre aspectos de ese poder que tiene que ser enfrentado en sus representaciones y en sus imaginarios en la vida escolar.
 
En ese sentido, Freire replantea todo el discurso reproduccionista del 70 y de los 80, y mucha de la sociología crítica de los 90. En este último período de su vida aparece más claramente, aunque a veces con un ropaje más suave, que es un pensador de las contradicciones y de la dominación y de la manera como éstas se hacen visibles en todas las personas.
 
Por ello se va a asociar con Snyders para declarar a las escuelas _espacios de lucha_. Y todo ello en la capacidad de asumir el conflicto como inherente a toda la vida escolar, y en su desarrollo y enfrentamiento ve la posibilidad de llegar a los contextos que están determinando la educación pensados ellos mismos en sus múltiples contradicciones en la versión freireana desde la cultura popular, en la visión de Snyders, cultura primera.
Freire va a aparecer por ello como un pensador para el cual la lucha política se libra también en la esfera de las escuelas y por ello se plantea la educación popular en el ámbito escolar. Por ello recoge parte de la tradición de la escuela activa para llevarla más allá con su planteamiento liberador.
 
Esto significa la capacidad en todos sus actores de instaurar crítica, pero ante todo, de construir prácticas que rompan las formas escolares de la dominación y hagan el tránsito a sus contextos reconociendo en ellos las formas que toma la dominación de este fin de siglo en el oprimido.

 
PRIMER CONGRESO FREIRIANO INTERNACIONAL VIRTUAL DE EDUCACIÓN TRANSFORMADORA PARA LA LIBERACIÓN
Durante los días Jueves 15 (Setiembre) al Jueves 6 (Octubre) del 2011 se celebrará el I Congreso Freiriano Internacional Virtual de Educación 

José Rouillon Delgado
"POR LA UNIÓN DE LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE"
"Para transformar nada es suficiente y todo es necesario"
"La alegría no es enemiga del rigor científico"
2011: “AÑO DEL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS ALTAMIRANO”
Director Responsable: Carlos Villacorta Valles <vilpom@hotmail.com>
Enlazarse a nuestro blog los que tienen página y que nos envíen también las suyas.
Aniversarios de Paulo Freire: Nacimiento, 19 setiembre 1921- Fallecimiento, 02 mayo 1997 
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